La contemporánea Navarra independiente, viva con su derecho y libertad.

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Mucho más que una coincidencia, es que la figura de la mano o las manos de mujeres
encima de las puertas de las casas preindoeuropeas de Irulegi y la mano de la mujer que
representa a Navarra en el monumento del año 1903 en Iruña, muestren mensajes de protección
y defensa de las buenas vivencias comunitarias y sociales -felicidad, bienestar, derechos y
libertades- de la misma civilización circumpirenaica. Por lo que, aún habiendo transcurrido dos
mil años, nos indican la razón de ser de Navarra, refugio, que es la autodefensa colectiva de esta
singular cultura -frente a la conquista continuada que se ejerce contra ella- para mantenerse,
igualitaria y comunal, rodeada de poderes jerárquicos, patriarcales, privatizadores y expoliadores.
La placa de bronce del mismo monumento a los Fueros, en caracteres vascónicos dice:
acogemos al extranjero en nuestra casa pero no soportamos su yugo. Asimismo proclama este
monumento que: “se erigió para simbolizar la unión de los navarros en defensa de sus libertades,
libertades más dignas de amor que la propia vida”.
Vasconia/Navarra es más que una nación, es el refugio circumpirenaico de la civilización
preindoeuropea independiente. En Navarra/Vasconia -aunque no seamos plenamente
conscientes de ello- las personas, el conjunto de la sociedad y la ciudadanía, viven
condicionadas por la subordinación -social, económica, política, cultural- causada como
consecuencia de la conquista continuada que se padece.
La sustitución lingüística en Navarra, para reemplazar al euskara por el castellano, fue
planificada y ejecutada por los Austrias, práctica utilizada luego como argumento y modelo a
aplicar contra el catalán en Cataluña. Son muy significativos los testimonios de la defensa de la
sociedad matrifocal y matrilineal, asimismo existen ejemplos de amazonas vasconas. El hecho
historiográfico de la roncalesa que cortó la cabeza al jefe de las tropas califales que habían
invadido Erronkaribar en el 830. Las defensoras de Tolosa contra el asedio de las cruzados en
1216. Las cátaras como la condesa de Foix cuyo cadaver fue quemado por los cruzados. Ana de
Velasco señora del castillo de Marcilla que impidió su demolición por Cisneros en 1516. Las
brujas navarras del XVI. La reina de Navarra Catalina de Foix que fortaleció la resistencia en la
Baja Navarra. La reina Margarita de Navarra autora del Heptameron. La reina Juana de Navarra
defensora de la independencia frente a Francia y España. La marquesa de Zolina que encargó
pintar en su modesto palacio la escena de Judit y Holofernes al lado del retrato de Felipe II, con
evidente simbolismo. La hermana de Enrique III, gobernadora de Navarra en ausencia de su
hermano.
La influencia de los relatos historiográficos de pega, creados para desinformar y para
continuar con la conquista, así como para inflar el desvarío de las emociones colectivas,
fenómeno que han desarrollado profusamente en la época contemporánea, sustituyendo a la
actitud positiva y racional de la defensa de los derechos y las libertades, por los
providencialismos políticos y los fundamentalismos religiosos.
La invasión de 1512 no fue el fin de la independencia navarra. La concurrencia de
circunstancias políticas, sociales, económicas y culturales, hicieron posible la restauración
navarra durante la segunda mitad del siglo XVIII y el primer tercio del siglo XIX. La plena asunción
por las Cortes de Navarra del constitucionalismo navarro. La convicción de ser un Estado
semejante a los de Austria y Hungría, o Suecia y Noruega. El convencimiento de poder constituir
un ejército propio y hacerlo efectivo. El desarrollo de la relaciones diplomáticas y tratados con
potencias internacionales. La existencia de autores que publicaron el argumentario y defensa de
la Independencia de Navarra: Moret, San Martín Nabaz, Cortes, Sagaseta de Ilurdoz, Ochoa,
Ozcariz, o Muñagorri. La represión militar española a los defensores de la Navarra independiente:
León Iriarte, Pablo Barrikarte, Juan Antonio Muñagorri. Y el fundamento jurídico filosófico de la
independencia de Navarra es constitucionalista, defiende las libertades y los derechos humanos,
aún partiendo de una constitución histórica, como en todos los casos contemporáneos en
Europa.
La Navarra independiente, al igual que otras muchas naciones europeas, como Noruega,
Finlandia, Chequia, Eslovaquia, Hungría, Grecia, Croacia, Polonia, Bosnia,… se hallaba en el
ejercicio de su legítima estatalidad independiente, aunque compartiera el mismo monarca con
otras naciones, como también ocurría entonces en las coronas de Austria, Rusia, España, Suecia,
o Dinamarca.
La Navarra independiente, entre 1870 y 1842, se defiende desde su Constitución propia, con
las instituciones de su sistema jurídico independiente, legislativo-ejecutivo-judicial, su ejército
independiente, moneda-hacienda y finanzas propias.
Es la conjunción del reaccionarismo religioso católico y del absolutismo de la rancia
monarquía universal católica lo que originó la obsesión conquistadora contemporánea dirigida
por Godoy y su gobierno, redoblando la persecución contra los navarros, 1793-1795 acusaciones
contra la soberanía de las Cortes de Navarra; ejecuciones en 1815 Gorriz, 1817 Mina, 1817
represión contra los reorganizadores de la División del Reino de Navarra, 1822 Cruchaga, 1837
Iriarte, 1839 Guergué, 1841 Muñagorri,…
Fue un siglo después en 1893, desde el ámbito conservador neocarlista, que surge una
ideología nacionalista, que ignora a la Navarra independiente, a pesar de que la navarra/vasca es
la única realidad estatal homologable al resto de las emancipaciones nacionales europeas
contemporáneas. Por tanto, es a fines del siglo XIX cuando algunos se dan cuenta en Vizcaya,
aún existiendo el Estado vasco de Navarra y veinte años después del surgimiento del
renacimiento vasquista en Iruña, de que son parte de esta nación sometida.
La ley de 1839 denominada eufemísticamente de confirmación de fueros, así como la llamada
ley paccionada de 1841, no son más que tapaderas de los arteros golpes de estado, que a la vez
suponen el inicio de la conquista contemporánea de la Navarra independiente, perpetrados bajo
la dirección de individuos como José Yanguas y Baldomero Espartero, contra las instituciones,
del sistema jurídico estatal y la Constitución navarra vigentes, encabezadas por las Cortes de
Navarra y la Diputación del Reino.
La participación política desde el ámbito local, ha formado parte esencial de la Constitución
de la Navarra independiente vigente hasta 1841, legitimidad institucional que fue recogida en
parte en el Reglamento para la Administración Municipal de Navarra de 1928, en vigor hasta los
efectos del golpe de la LORAFNA de 1982, autodenominada con sarcasmo Amejoramiento por
los golpistas actuales.

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