Declaración de Libertate nafarra

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¿Por qué la mayoría de las personas aquí necesitan libertad?

 1°.- Aquí la mayoría de las personas, al formar parte de esta sociedad navarra, padecen primero la conquista continua que sufre la misma, y al igual que otras sociedades -en semejante estado de impotencia- son víctimas de la consiguiente subordinación a la sociedad conquistadora, por tanto supremacista y hegemonista, que en este caso es la castellana/española, que a la vez está blindada en su prepotencia sobre ellas con la impostura de la arquitectura jurídica de la dominación constitucionalizada y con una trucada hiper representación, conseguida a través de la configuración de artificiosas circunscripciones y de una arbitraria normativa electoral -todos ellos privilegios autoritarios que se hallan necesariamente pendientes de una inaplazable reconversión democrática- lo que le da una supremacía injustificable, tanto política como en los demás ámbitos, y esto le supone en la práctica a la sociedad conquistada y subordinada muy importantes limitaciones en el primordial ejercicio de sus libertades y derechos humanos, civiles y políticos.

2°.- Situación -como la de la dependencia en la alegoría del gran hermano- que causa a la  sociedad dominada navarra, en los diferentes ámbitos, múltiples repercusiones nocivas, en lo: institucional, democrático, político, integridad nacional, constitucional, apátrida, soberanía, independencia, legalidad, dignidad, indefensión, participación, representación, identidad, económico, fiscal, lingüístico, electoral, laboral, educativo, cultural, arte, literatura, memoria histórica, salud, habitacional, pensiones, atención social, empleo, medioambiental, legal, judicial, jurídico, religioso, ideológico, género, patriarcado, patrimonio público, libertades individuales, expolio bancario (CAN), corrupción, …

3°.- Se une, a las citadas limitaciones de derechos y libertades, la sucesiva negación u  ocultación de su propia condición jurídico-política navarra, que es precisamente el efecto deseado con ahínco por los conquistadores, y que ha conducido a que haya gente que la ha llegado a ignorar. Esto ocurre en el caso de algunos habitantes de los territorios cuya sociedad es navarra, como los que hoy son Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Lapurdi, La Rioja, Zuberoa y otros, que siguen conquistados y segregados del resto de  Navarra. Los términos negacionismo y negacionista se refieren a los planteamientos que niegan un hecho trascendental de la realidad, como aquí lo es negar la propia existencia de la sociedad navarra conquistada, o la misma conquista y la subordinación continuadas que padece esta sociedad, al igual que sus efectos.

4°.- La defensa siempre de la libertad está en el vértice de la permanente voluntad individual y colectiva que, a través de los siglos, se ha organizado aquí como sociedad libre e independiente en su propia estatalidad de Navarra. El problema, al fin y al cabo, se concreta en las posibilidades de ejercer la defensa de los Derechos Humanos de esta sociedad engañada, indefensa y despojada del libre ejercicio de sus libertades y derechos, por la conquista continuada. Las sociedades dominantes, y sus Estados conquistadores, no debieran imponer la subordinación que no quieren para ellas mismas.

5°.- Las Cortes de Navarra, o asamblea nacional navarra independiente, es el núcleo central que vertebra la soberanía popular directa de esta sociedad y de su Estado propio -siempre sin la presencia de rey ni de virrey- al ser la máxima institución constitucional del Estado de Navarra, en la que confluyen las distintas instituciones del sistema jurídico propio, por lo que la forma de gobierno en Navarra es intrínsecamente republicana. Desde el año 1841, las instituciones independientes estatales navarras solo están ocultadas, así su vigencia actual, e imprescriptible ejercicio, está para servir a las necesidades de la ciudadanía soberana navarra, como la asamblea de las Cortes de Navarra que representa la soberanía nacional del Pueblo de Navarra, los tribunales de justicia independientes o la democracia participativa navarra. Así es legítimo el Derecho a la desobediencia popular frente al Poder tiránico, como el del conquistador, que infringe la fidelidad a la legalidad y a la Constitución navarras.

6°.- El símbolo nacional navarro tiene su significado constitucional propio, así la bandera pomelada implica la representación de la república, de la independencia y a la vez de la soberanía ciudadana, caracterizada por su democracia directa republicana mediante la participación en el batzarre. La bandera navarra pomelada representa con las pomas y las barras a los batzarres en red, en el centro de cuya intersección están las Cortes de Navarra, o Batzarre Nagusia.  La bandera navarra no es una cuestión meramente autonómica o de “sano regionalismo”, sino que eminentemente simboliza a la sociedad política independiente, en el sentido más completo. Hay quienes buscan sustituir  a la verdadera nación navarra conquistada y negada, con la creación de una nación impostada y sumisa. Hasta llegar al montaje de la inexistente disociación entre la nación conquistada y su lengua propia.

7°.- Han sido ocultados los Tribunales de Justicia navarros independientes, suplantados en 1841 por las instituciones españolas de justicia, las cuales además manifiestan frecuentemente su incompetencia con reiteradas aberraciones, como la manada, jóvenes de Altsasu, presas y presos políticos, informantes de actividades en Caídos, desahucios vivienda o Iruña-Veleia.

8°.- Es de todo punto políticamente inadmisible la actitud de los que -a pesar de saber que Navarra es la única Nación, Estado, Patria, País, independiente, que tienen desde siempre todas las vascas y vascos, y que por eso mismo ha sido conquistada y dividida por España y Francia, y que continúa siéndolo- pretenden sustituirla por el nuevo proyecto de nación, Euskadi, o por unas regiones autónomas españolas y francesas, lo que resulta a la vez un negacionismo programado, o liquidacionismo, que es la mayor auto agresión que padecen las personas de esta sociedad, cuyos efectos son devastadores sobre la libertad individual y colectiva de la misma, y no solo la disolución en España y Francia. Al ser Navarra el acervo del ordenamiento jurídico político soberano euskaldun, así el sistema jurídico completo, la legalidad, constitucionalidad y estatalidad propias,  vigentes en la época contemporánea, es absurdo, incongruente y diametralmente contrario a Derecho, postular que sea Navarra la que deba integrarse en una autonomía estatutaria del Estado español, cual es la llamada Comunidad Autónoma Vasca. Pretender encerrar el todo vasco, que es el propio Estado Independiente de Navarra, incluyéndolo  en la arquitectura parcial político-administrativa de unas provincias en el estatuto autonómico, que en su fraccionamiento son el fruto de las conquistas y de las desmembraciones forzadas de aquel, se convierte de inmediato en el no buscado suicidio político de esta sociedad.

9°.- El Estado-Nación y la Comunidad, son respectivamente Navarra y Euskal Herria. Nación-estado y comunidad, o lo que es lo mismo Navarra y Euskal Herria. En ese sentido Navarra es la Nación y Estado de Euskal Herria. La unidad política vasca es Navarra, sin embargo, la ocultación de la realidad milenaria del Estado nación propio de los euskalduna, que es Navarra, se utiliza para justificar el vano empeño de sustituirlo y construir un sedicente proyecto de estatus autonómico, o sea buscan reemplazar al existente y propio Nafar Estatua independiente, y a su Constitución, en el que sí quedan de verdad garantizadas el euskera, la independencia, las libertades, los derechos y los auto gobiernos territoriales y locales de todas las vascas y vascos.

10°. – Los vascos y vascas tenemos una soberanía política propia, la navarra, que no se debe confundir con la también llamada autonomía foral, pues así se denomina a la relación estatuida de cariz dependiente con el Estado español, que parte de la ficción de un supuesto pacto de las provincias con el poder español, todo ello para ocultar la negación de la verdadera soberanía navarra propia y la realidad de la subordinación por la conquista continuada.

11°.-  Los derechos civiles y políticos de la ciudadanía en sociedad se ejercen, no se deciden, pues el decidir forma parte del previo ejercicio de los derechos, que las personas siempre los tienen de por sí. Por lo que, hablar del derecho a decidir -cuando en realidad se trata de disponer o no sobre algo- resulta baladí, ya que los derechos no se deciden, se ejercen o no se ejercen. El ejercicio de la soberanía política por la ciudadanía, implica el auto reconocerse como sujeto activo por esta misma. De ahí que el conocimiento de cuál es su soberanía propia por la ciudadanía está en la base del pleno ejercicio de todos los derechos. La única vía posible, con arreglo a derecho, es el ejercicio democrático por la ciudadanía de los propios e irrenunciables derechos civiles y políticos, es decir, la propia autodeterminación aquí de su soberanía navarra.

12°.- Es la ciudadanía, de la auténtica sociedad política subordinada, la que debe ejercer la  soberanía -mediante el ejercicio constante e insumiso- de las libertades, derechos e instituciones de su Estado propio que es Navarra. De ahí, la insustituible base que es contar ya con el tronco estatal propio, como lo son las instituciones de la Asamblea Nacional de las Cortes de Navarra, el  Código Civil Navarro, Administración Local y Tribunales de Justicia independientes, al tener hasta hace tres generaciones Poder Judicial pleno y soberano, aduanas,  moneda, sujeto en los tratados internacionales y en las relaciones diplomáticas soberanas, más de mil años de legalidad navarra, fuerzas armadas y ejército propios. Así, la Constitución navarra se recupera actualizada por toda la sociedad, al ejercer con firme voluntad las libertades y la plenitud de los derechos en el propio proceso constituyente siempre abierto, como Estado batzarre navarro independiente.

Libertate nafarra – Libertad navarra.

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