Un estudio independiente concluye la imposibilidad de evacuar el municipio en tiempo óptimo antes de que se inunde Resaltan la escasa formación, que no haya simulacros y fallos en las sirenas
Rutas de evacuación de Sangüesa en caso de emergencia. (D.N.)
PAMPLONA – El investigador sangüesino Pablo Álvarez Indave, ingeniero tanto de Obras Públicas como de Caminos, Canales y Puertos y que trabaja en Inglaterra como ingeniero consultor en área de modelización y planificación de redes de transporte, ha decidido poner todo el conocimiento que posee al alcance de uno de los problemas que de más cerca le tocan. Con experiencia en el modelado de evacuación de estadios de fútbol o estaciones de tren, Álvarez acaba de rubricar una investigación sobre si sería posible una evacuación urgente de Sangüesa como consecuencia de una rotura en la presa de Yesa. Sus conclusiones son apabullantes puesto que demuestran que la falta de simulacros de acción con el personal, la instalación deficiente de las sirenas de evacuación, así como la escasa concienciación de lo que supondría esta emergencia, llevan a pensar que salvar la catástrofe de modo indemne sería imposible. Álvarez aclara que aunque el riesgo de rotura de la presa sea bajísimo, ello no es obstáculo para que la población de Sangüesa deba conocer perfectamente sus vías de escape, lugares seguros y qué hacer en un tiempo mínimo. El estudio de Álvarez, que lo ha realizado de forma independiente y altruista, sin remuneración, ha recibido la ayuda de la doctora de Física Virginia Alonso, investigadora de Ingeniería Mecánica el Imperial College de Londres, así como de Alimah Wessel, consultora en planificación de transporte y urbanismo; y Andrew Leeson, experto en el mismo sector de modelado de flujos de personas. El estudio analiza las condiciones de evacuación apoyándose en los modelos de inundación, como el realizado por los profesores Antonio Casas y Carlos Revuelto quienes determinaron que el agua inundaría Sangüesa en 20 minutos, encuestas a la población y modelos acústicos, para añadirles los datos precisos y hacer una valoración íntegra de esta problemática. Entre los resultados, destaca que en los escenarios analizados no es posible realizar una evacuación total de Sangüesa en el caso de que hubiera una rotura en la presa, ya sea recrecida o sin recrecer, y Sangüesa quedara inundada en 20 minutos. Las simulaciones realizadas estiman que, en un caso optimista, se necesitarían de 33 a 44 minutos para una evacuación completa de la localidad. “El límite superior es más realista y para evacuar al 50% de la población se necesitarían de 18 a 24 minutos, se considera que la evacuación total no es posible”. Los flujos máximos se producirían en la carretera Javier, con flujos de 200-270 personas/minuto mantenidos durante varios minutos y que pudieran llegar a las 315. Si las rutas de evacuación hubiera tráfico, se darían situaciones críticas. Pero analizando la encuesta poblacional, los investigadores han advertido “el alto grado de desconocimiento de la población de Sangüesa en caso de una evacuación urgente”. Un 34% de los habitantes no sabe dónde están las zonas seguras del pueblo y un 69% desconoce cuánto tiempo tendrían para evacuar. Además, un 85% de la población opina que la información de organismos oficiales es escasa. LAS SIRENAS NO SE OYEN En este sentido, acompañan su informe de un estudio de audibilidad de las sirenas instaladas en el municipio a tal propósito, estudio llevado a cabo por la empresa Cecor S.L., que indica que actualmente las sirenas podrían no oírse correctamente, especialmente en la madrugada, en la localidad por lo que la evacuación podría incluso no producirse. “En el casco urbano, donde mayor concentración de población hay, se comprueba un incumplimiento generalizado de la audibilidad de las alarmas, especialmente en la situación más desfavorable que sería en un horario de madrugada. Por ello, concluyen que “es necesario adoptar medidas para eliminar el riesgo existente mediante el rebajamiento de la cota del embalse a niveles seguros en los cuales no sería una evacuación urgente en caso de rotura, o medidas enfocadas a reducir los posibles daños mediante la formación de la población”. Entre ellas, resaltan no utilizar el coche, cursos de reciclaje para conocer a fondo el plan de evacuación, estudiar la correcta ubicación de las sirenas, realizar simulacros periódicos para que los habitantes se familiaricen con el sonidos de las sirenas y realizar simulacros en los edificios más vulnerables (colegio, instituto, ikastola o residencia de ancianos). RUTAS DE EVACUACIÓN Ruta 1 (R1). Calle San Babil hacia San Babil, tomando el primer camino de piedras. Ruta 2 (R2). Calle Leire, monte a través hacia los campos. Ruta 3 (R3). Plaza San Vicente Paul, subiendo a través del monte La Chola. Ruta 4 (R4). Calle San Francisco Javier hacia Yamaguchi. Ruta 5 (R5). Calle Juan Francés de Iribarren (chalets de papelera), sendero hacia NA-127. Ruta 6 (R6). Car.del Llano Real. Ruta 7 (R7). Avenida Aragón, desde plaza de toros hacia rotonda en NA-127. Ruta 8 (R8). Sendero tras calle Vadoluengo hacia NA-127. De estas rutas, los autores del informe consideran la R4 como la ruta principal debido a su localización y al número de personas que presumiblemente la utilizarán según la encuesta realizada, debido a que sirve de vía colectora para gran parte del núcleo de población. Las rutas R6 y R1 también son consideradas importantes. En todas estas rutas se deberá analizar si las dimensiones de la sección transversal de las calles pueden hacer frente de forma segura al flujo de personas que existirá en el caso de una evacuación urgente, de forma que no se produzcan avalanchas humanas o zonas con alta densidad de personas. EDIFICIOS VULNERABLES Edificio 1 (E1). Escuela infantil. Edificio 2 (E2). Escuela. Edificio 3 (E3). Ikastola. Edificio 4 (E4). Instituto. Edificio 5 (E5). R. de ancianos. Edificio 6 (E6). Piscinas municipales (Cantolagua). Edificio 7 (E7). Esc. de Música. De acuerdo con los mapas de inundación, los edificios E1, E2 y E4 son especialmente vulnerables a la inundación. Asimismo, la evacuación de algunos de estos edificios se presenta especialmente compleja. Un claro ejemplo es la residencia de ancianos, donde en muchos casos se requeriría de una evacuación asistida de los coupantes por parte del personal, lo que aumentaría el tiempo de evacuación. Enrique Conde Diario de Noticias
